martes, 26 de octubre de 2010

La puerta

Siente el frio acariciar tu piel
cuando sus maletas listas se marchan.
Escucha otra vez la agonía del ayer
mientras sus manos se agitan despidiéndose.

Dime, ¿quién sujeta hoy tus pies?
Muestrame que es lo que ahoga tu voz.
Déjame oler tus miedos a flor de piel
para mostrarte que ahí no queda nada.

Fuera de ti está lo que sangraba.
¿Tus cadenas? No eran más que arena.
Fuera de ti ya está esa sombra añeja.
¿Tus fronteras? No eran más que niebla.

La puerta está abierta y esperando
que esas raices no te atrapen en el suelo.
Estréllate con violencia en el marco
pero no te enclaustres dentro de tu templo.