viernes, 30 de abril de 2010

Anhelo de horizonte

Algún día viajaré para besar un suelo virgen
donde nadie sepa quien soy, ni siquiera yo;
donde mi sombra ya no me encuentre más
y observe la roca sobre mis hombros estallar.

Algún día caminaré más de lo que planeé
y sentiré la caricia de espinas bajo mis pies
mientras saboreo lo que el dolor recuerda
a la vez que respiro del hoy y del ayer.

Algún día escucharé el silencio post- tempestad
cuando el alba y el ocaso vayan juntos a brindar
y claro podré observar el fondo del océano
y sabré que al fin habré despertado del letargo.

Algún día tras buscar en tierra y mar, veré
a Itaca alzarse, majestuosa, frente a mi
y sabré que alcanzé finalmente aquel zenit
que añoré cuando ví más allá de mi nariz.

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